Como dice
mi abuelo, ¡no hay primera sin segunda!. Si nuestra última publicación fue
mostrarles cómo escapar de los temidos jotes, hoy les mostraremos el proceso de
como ELLAS se arreglan para salir hasta cuando llegan a su casa con la misión
lograda o el intento fallido refregándoselo todo el fin de semana en la cara. Nosotras
igual somos jotes, queramos o no.
Supongamos
que el carrete ya está organizado, está escogido el lugar perfecto para esta
noche y ya sólo queda arreglarse. Surgen las preguntas típicas, ¿qué me pongo?
¿No tengo nada que poner? (clóset lleno), ¿Voy con falda o es muy de puta?, entonces
en ese instante Facebook, tus amigas conectadas obvio que pensando lo mismo que
tú, clic en su ventana: “¿Con qué vai a ir?”. Esperando esa milagrosa respuesta
que te ilumine el camino y te haga sentir la mas decida con la ropa, recibes
como respuesta: “no sé, ¿y tú?”. Ok, gracias. Estás atrasada y te pones lo que
al comienzo desechaste por ser un tanto atrevido.
Cuando te
juntas con tus amigas y ves que ellas están mas vestidas de puta que tú,
aceptalo, te da un relajo porque claro, piensan igual que tú y “esa noche”, van
quizás a lo mismo que tú.
Estas ya en
la fiesta, todo marcha bien, entras y automáticamente tus censores empiezan a tantear el terreno mesa por mesa, grupo por grupo. Quizás esta noche aparezca
el hombre de tus sueños o el hombre que te quite el sueño esta noche. Listo,
estás con tus amigas tomándose algo entre ustedes, sentadas, piolas. Pero tú ya
tienes identificado a los futuros candidatos de esta noche, obvio le dices a
tus amigas cuales son (porque cuando uno los elige, nadie se puede meter ahí),
entonces parte la noche de cacería.
La
infaltables miraditas que das cada 10 segundos. Hay veces en que esa técnica da
buenos resultados y él se te acerca o se topan y comienzan a hablar, pero hay
otras veces en las que tú crees que él te mira también, pero alguien debe
decirte esto: Él nunca se dio cuenta de ti, solo cuando creías que te miraba,
tenía la mirada perdida, buscando mujeres, tal como tú lo hiciste al comienzo y
no se fijó en ti.
Está también
la técnica de cuando te das cuenta que el fue al baño y tú calculas mas o menos
el tiempo en el que él hace pipí, se la sacude, se mira al espejo, etc. y
teniendo todo eso calculado, te paras y vas al baño y por esas enormes
casualidades de la vida, los astros se alinean para ti y justo, justo él viene
saliendo del baño cuando tu vas entrando. De alguna manera debes llamar su
atención, si lo logras, ¡misión cumplida!, lo demás dejaselo a la noche.
Como dejar
afuera la tan clásica pedida de hora. “Hola, oye, ¿tení hora que me digai?”,
siendo que en tu bolsillo te gastas el pedazo de iPhone que muestra la hora en
esa inmensa pantalla touch. Nunca está demás.
Seguir
creo, sería hacer la publicación mas grande del condado porque todas sabemos
que técnicas hay, ¡uf! por montones, ¡oh si!. Pero vayamos más allá, el momento
de cuando ya llamaste su atención y están bailando o compartiendo.
Momentos
del baile:
Está ese
momento que bailan y levantan las manos y se las agarran. Acepta que por dentro
te derrites y quieres mirar a todas las perras y decirles: ¡Mirenme, me tiene
las manos agarradas y a ustedes no!. Luego de todo, se pegan miraditas
coquetas, bailan muy de cerca… debo felicitarte, de ahí en adelante la sopita
ya está servida.
También ese
momento del baile donde la música y la fiesta están prendidísimas pero tú recién
estás conociendo al muchacho en cuestión entonces no puedes descuadrarte y
dejar de ser una dama y llega el momento incómodo en donde te preguntas si para
seducirlo más debes darte vuelta y bailarle de espalda, o no. No quieres
parecer zorra ni que por supuesto él también lo piense. Mejor aplicar otras técnicas,
no hay que arriesgarse tanto.
Momento de
compartir o hablar:
CLARAMENTE
debes sentarte al lado de él, conversar y tirar chistes donde los dos lo
entiendan para que exista esa complicidad que tú crees lo es atractiva a él.
Debes hablarle pero también hablarle al grupo con el que estás, no querrás
parecer una loca enfermiza que solo quiere la atención de él y de nadie más, último
de atroz.
Llegamos al
momento pick de la noche, la despedida. Si te da su Facebook, número o lo que
sea que puedas buscarlo al otro día como desesperada de la cabeza, estás al
otro lado. Fuiste una ganadora total y mereces todos los Jumbitos posibles.
Si solo
lograste la buena onda y unos besos locos, te felicito también. Lograste en
parte el gran y bonito objetivo.
Si te
fuiste con las manos vacías, desde un comienzo el mino no te pescó, nunca
bailaron y solo se dedicó a hablar de manera poco interesante; lo siento: tu
ropa desde el comienzo nunca fue la indicada.
"tu ropa desde el comienzo nunca fue la indicada." ó simplemente eres fea ó no encontraste un weon tan desesperado
ResponderEliminarSi eres hombre, dejame decirte que siempre hay un " weón desesperado" pero siempre, lo que falla en la misión es la forma de hacerlo, si como mujer no supiste llevar las cosas. Y por último está más que comprobado que aunque la mina sea muy fea, siempre tiene un encanto, a menos que sea fea y pesada. A nadie le falta dios.
EliminarLos hobres son faciles, hay que saber hacerla! :D
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