8 de marzo de 2012

Jotes. (Parte II, ellas.)


Como dice mi abuelo, ¡no hay primera sin segunda!. Si nuestra última publicación fue mostrarles cómo escapar de los temidos jotes, hoy les mostraremos el proceso de como ELLAS se arreglan para salir hasta cuando llegan a su casa con la misión lograda o el intento fallido refregándoselo todo el fin de semana en la cara. Nosotras igual somos jotes, queramos o no.

Supongamos que el carrete ya está organizado, está escogido el lugar perfecto para esta noche y ya sólo queda arreglarse. Surgen las preguntas típicas, ¿qué me pongo? ¿No tengo nada que poner? (clóset lleno), ¿Voy con falda o es muy de puta?, entonces en ese instante Facebook, tus amigas conectadas obvio que pensando lo mismo que tú, clic en su ventana: “¿Con qué vai a ir?”. Esperando esa milagrosa respuesta que te ilumine el camino y te haga sentir la mas decida con la ropa, recibes como respuesta: “no sé, ¿y tú?”. Ok, gracias. Estás atrasada y te pones lo que al comienzo desechaste por ser un tanto atrevido.

Cuando te juntas con tus amigas y ves que ellas están mas vestidas de puta que tú, aceptalo, te da un relajo porque claro, piensan igual que tú y “esa noche”, van quizás a lo mismo que tú.

Estas ya en la fiesta, todo marcha bien, entras y automáticamente tus censores empiezan a tantear el terreno mesa por mesa, grupo por grupo. Quizás esta noche aparezca el hombre de tus sueños o el hombre que te quite el sueño esta noche. Listo, estás con tus amigas tomándose algo entre ustedes, sentadas, piolas. Pero tú ya tienes identificado a los futuros candidatos de esta noche, obvio le dices a tus amigas cuales son (porque cuando uno los elige, nadie se puede meter ahí), entonces parte la noche de cacería.

La infaltables miraditas que das cada 10 segundos. Hay veces en que esa técnica da buenos resultados y él se te acerca o se topan y comienzan a hablar, pero hay otras veces en las que tú crees que él te mira también, pero alguien debe decirte esto: Él nunca se dio cuenta de ti, solo cuando creías que te miraba, tenía la mirada perdida, buscando mujeres, tal como tú lo hiciste al comienzo y no se fijó en ti.

Está también la técnica de cuando te das cuenta que el fue al baño y tú calculas mas o menos el tiempo en el que él hace pipí, se la sacude, se mira al espejo, etc. y teniendo todo eso calculado, te paras y vas al baño y por esas enormes casualidades de la vida, los astros se alinean para ti y justo, justo él viene saliendo del baño cuando tu vas entrando. De alguna manera debes llamar su atención, si lo logras, ¡misión cumplida!, lo demás dejaselo a la noche.

Como dejar afuera la tan clásica pedida de hora. “Hola, oye, ¿tení hora que me digai?”, siendo que en tu bolsillo te gastas el pedazo de iPhone que muestra la hora en esa inmensa pantalla touch. Nunca está demás.

Seguir creo, sería hacer la publicación mas grande del condado porque todas sabemos que técnicas hay, ¡uf! por montones, ¡oh si!. Pero vayamos más allá, el momento de cuando ya llamaste su atención y están bailando o compartiendo.

Momentos del baile:

Está ese momento que bailan y levantan las manos y se las agarran. Acepta que por dentro te derrites y quieres mirar a todas las perras y decirles: ¡Mirenme, me tiene las manos agarradas y a ustedes no!. Luego de todo, se pegan miraditas coquetas, bailan muy de cerca… debo felicitarte, de ahí en adelante la sopita ya está servida.

También ese momento del baile donde la música y la fiesta están prendidísimas pero tú recién estás conociendo al muchacho en cuestión entonces no puedes descuadrarte y dejar de ser una dama y llega el momento incómodo en donde te preguntas si para seducirlo más debes darte vuelta y bailarle de espalda, o no. No quieres parecer zorra ni que por supuesto él también lo piense. Mejor aplicar otras técnicas, no hay que arriesgarse tanto.

Momento de compartir o hablar:

CLARAMENTE debes sentarte al lado de él, conversar y tirar chistes donde los dos lo entiendan para que exista esa complicidad que tú crees lo es atractiva a él. Debes hablarle pero también hablarle al grupo con el que estás, no querrás parecer una loca enfermiza que solo quiere la atención de él y de nadie más, último de atroz.

Llegamos al momento pick de la noche, la despedida. Si te da su Facebook, número o lo que sea que puedas buscarlo al otro día como desesperada de la cabeza, estás al otro lado. Fuiste una ganadora total y mereces todos los Jumbitos posibles.

Si solo lograste la buena onda y unos besos locos, te felicito también. Lograste en parte el gran y bonito objetivo.

Si te fuiste con las manos vacías, desde un comienzo el mino no te pescó, nunca bailaron y solo se dedicó a hablar de manera poco interesante; lo siento: tu ropa desde el comienzo nunca fue la indicada.

4 comentarios:

  1. Anónimo1:36

    "tu ropa desde el comienzo nunca fue la indicada." ó simplemente eres fea ó no encontraste un weon tan desesperado

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    1. Anónimo11:36

      Si eres hombre, dejame decirte que siempre hay un " weón desesperado" pero siempre, lo que falla en la misión es la forma de hacerlo, si como mujer no supiste llevar las cosas. Y por último está más que comprobado que aunque la mina sea muy fea, siempre tiene un encanto, a menos que sea fea y pesada. A nadie le falta dios.

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  2. Anónimo18:17

    Los hobres son faciles, hay que saber hacerla! :D

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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