12 de marzo de 2012

Cosas que pasan en la micro.



Es bien simple, hay cosas que oh por dios que desagradan, cosas que no debes hacer en las micros, cosas que disfrutas ó ya simplemente cosas que no soportas y quieres sacar el martillo de seguridad y reventárselo en el ojo a alguien.

Lo primero que se me viene a la mente es el detestable, repugnante y asesinas ganas de descuartizar a los flaites, bellacos, acicalaos, nenitos ó como quiera llamarles. No hay cosa mas desagradable que tener que escuchar obligadamente su música. De verdad que yo no entiendo como no les d vergüenza, puede ir un bebé recién nacido hasta una abuela en las últimas y no les importa nada, solo son ellos y su penosa música (en verdad no la critico tanto, si igual en los carretes todos hacemos el intento de llegar hasta abajo), pero bueno, una cosa es escucharlo como mi abuela escucha a Luis Fonsi y otra muy diferente es bailarlos en carrete para divertirse, ojo. A mi me da vergüenza que mi celular suene mucho cuando no contesto una llamada, apreto Send lo más rápido posible y ellos ni se inmutan por su tipo de música. No crean que no he hecho el intento de decirle a uno de ellos que se ponga audifonos por favor, pero la primera y única vez que lo hice, casi me saca la mariposa y me tajea la feroz sonrisa.

Hay una cosa que no debes hacer en la micro cuando viajas con tu amiga/o: Si vas a pelar a alguien, nunca lo hagas diciendo nombre y apellido. Siempre la micro que tomas, por lo general, se sube la misma gente. Por lo menos mi comuna es “pueblo chico, infierno grande” y vaya que corren rápido los rumores (porque hay que dejarlos como rumores, solo eso), no te vaya a tocar la mala suerte que justo en tu propia micro va alguien que conozca a la persona en cuestión, o ¡peor!, que esa persona esté en la micro. Tragadme madre tierra, toco madera, porque por suerte nunca me ha pasado.

Digamos también como verdad absoluta cuando vas en la micro y se sube una mina o un mino bonito. No hay cosa que te alegre más en ese transporte de sudor y calor, sobre todo cuando él también se fija que estás ahí, sentada mirándolo. El gran llamado amor de micro, podría ser el amor de tu vida pero como todo empieza, todo termina. Cuando llega el momento de la despedida porque se baja de la micro y tú sufres. Quedas mirando para ver si de verdad te correspondía y ¡eureka! La micro avanza y él te mira, ¡te mira!, osea que valió la pena el mini joteo y ahí, todo te parece mas hermoso.

Está claro que el viaje en micro es largo, así que sigamos dándole con todo. A quien no le ha paso esa mierda de vergüenza cuando te subes a la micro, bastante arreglada, da lo mismo por que, y realmente nosé porque sucede pero se abren las puertas, tú te subes y ¡PAF! Tropiezas con tu propia humanidad!, full plancha por que si la micro va muy vacía , es obvio, todos te vieron y si la micro va muy llena, alguien que te conoce, también te vió.

O esa extraña verdad de micro, que nadie pero NADIE se sienta al lado de otra persona (cuando en las micros aún quedan asientos disponibles), es imposible ir junto a una amiga o pololo, da lo mismo, y pensar en subirse a la micro y sentarse juntos, osea, VALGAME DIOS! Que milagro que eso suceda, por que la gente tiene como alergia del pasajero de al lado y siempre quedan asientos “únicos” al lado de la señora con guagua, o el metalero, etc. Entonces tú , prefieres irte de pie.

Y por último el “hobby” de la micro, o por lo menos mi hobby, no estoy hablando de escuchar música o leer un libro, NO, chicas no. Me refiero a observar el comportamiento humano de esa gente que parada tras parada sube a la micro. Entonces tú prendes el radar y comienzas a detectar esos problemas que la chica excesivamente rubia tiene con su maquillaje, o aquella prenda que jamás te pondrías pero la señora del fondo lleva puesta. Y así se te hace más corto el viaje, pelando entre tú y tu mente a todas las personas.

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